En cosmética: ¿es mejor lo orgánico que lo natural?

Los productos orgánicos y naturales están cada vez más presentes en las tiendas. Los fabricantes están mejorando sus productos para satisfacer las nuevas demandas de los consumidores. Menos química, más natural. Es un deseo compartido por muchos. Sin embargo, a veces es difícil orientarse.

Hay una amalgama entre lo natural y lo orgánico. A menudo, los dos términos se confunden. A veces la palabra orgánico se usa injustamente, a veces la palabra natural es ambigua. Como consumidor, debemos esforzarnos por comprender la diferencia entre estos dos términos para actuar mejor en el día a día.

Estas denominaciones, lejos de ser sinónimas, hacen referencia a dos conceptos ecológicos. Las diferencias entre un cosmético natural y un cosmético orgánico están principalmente en la composición del producto.

La certificación orgánica permite demostrar una cierta limpieza de los ingredientes, mientras que un producto, incluso 100% natural, no brinda información clara sobre el origen de sus materias primas y menos aún sobre el impacto para el planeta vinculado a su producción. La cosmética natural se basa en gran medida en la buena fe de la marca y por tanto en la relación de confianza que existe entre el productor, el distribuidor y el consumidor. Por otro lado, un cosmético orgánico se elabora a partir de materias primas que son monitoreadas y controladas, desde su siembra hasta su incorporación al envase.

Ningún porcentaje de ingredientes naturales es obligatorio en la cosmética natural, mientras que la cosmética ecológica impone el 95% y debe indicarlo al consumidor en el envase. El 5% restante pueden ser productos sintéticos, muchas veces difíciles de reponer (perfumes, conservantes, agentes de textura). La misma ambigüedad de contenido se observa con ingredientes activos e ingredientes sintéticos, respectivamente 5% y 10% mínimo en productos orgánicos.

Otros elementos de comparación marcan las diferencias entre estos dos tipos de productos pertenecientes a la misma categoría. Cuando lo orgánico requiere envases biodegradables, envases impresos con tinta ecológica y sobreenvases prohibidos,  la cosmética natural no obliga.

Un cosmético natural está compuesto por ingredientes de la naturaleza, como plantas, caolín o arcilla. No contiene (o muy pocos) elementos químicos o sintéticos.

En realidad, el término "natural" es más un término de marketing, porque su uso no está moderado por ningún organismo, a diferencia de la etiqueta Orgánica. Además, la cosmética natural utiliza en ocasiones materias primas muy controvertidas como el fenoxietanol o el parabeno, que son productos altamente tóxicos para el medio ambiente. Sin embargo, tienen esa voluntad de ofrecer mejores productos que la cosmética tradicional, "menos malos” para el organismo y mejores para el planeta. Algunas marcas también participan en programas de desarrollo sostenible.

La cosmética natural tampoco es mala. Son buenos productos, muchas veces a medio camino entre lo orgánico y lo tradicional. Estos productos no deben dejarse de lado. Intentan aprovechar ambas tendencias para sacar lo mejor de ellas.

Debe saber que algunos productos orgánicos no están certificados como orgánicos. El etiquetado es un proceso costoso para una empresa, no todos los pequeños jugadores pueden permitírselo. Así podrás encontrar cosmética natural sin etiqueta ecológica, pero que son igual de ecológicas que otras con etiqueta.

Haz tu elección en base a los productos en los que confías y sobre todo, aquellos con los que te sientas bien, que se ajusten a tu estilo de vida.