Sábado, 20 de Abril, 2024
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Tratamiento médico y quirúrgico
En el ámbito de los tratamientos médicos y quirúrgicos cabe hablar de tres subgrupos: métodos físicos y mecánicos. Este tipo de métodos incluye:
Iontoforesis: utiliza corriente galvánica para que el fármaco administrado pueda penetrar mejor en la dermis.
Ultrasonidos: son ondas de alta frecuencia que tienen efecto vasodilatador y permiten que penetren mejor los preparados tópicos.
Electrolipoforesis: mediante la aplicación de agujas conectadas a un generador de baja frecuencia, se crea un campo electromagnético que favorece el drenaje linfático y la lipólisis.
Termoterapia: utiliza calor y frío para obtener vasodilatación.
Presoterapia y drenaje linfático: con ambas terapias se favorece la microcirculación y se reduce el edema.
Mesoterapia. La mesoterapia consiste en la administración intradérmica o subcutánea mediante agujas de pequeño calibre de diferentes productos o fármacos. Los más utilizados son cócteles que contienen: pentoxifilina, hialuronidasa, l-carnitina, piruvato cálcico, aminofilina y cafeína.
Tratamiento dermocosméticoEn este ámbito el farmacéutico puede aconsejar y llevar a cabo tareas de educación sanitaria sobre las alternativas de tratamiento disponibles con preparados tópicos anticelulíticos. La eficacia de esta terapia depende, sobre todo, de que se inicie en las primeras fases de la enfermedad y de que las aplicaciones sean constantes, a poder ser diarias, todos los meses del año. Hay varios subgrupos de preparados tópicos que se utilizan en el tratamiento de la celulitis:
Despolimerizadores de mucopolisacáridos. Actúan al inicio del proceso y permiten recuperar la permeabilidad y fluidez del tejido conjuntivo. Destaca la enzima mucopolisacaridasa.
Fibrinolíticos. Su acción se basa en evitar la desnaturalización y desestructuración de las fibras de colágeno, elastina y fibrina, procesos causantes de la formación de los nódulos celulíticos. Destacan las colagenasas, elastasas e hidrolasas, algunos oligoelementos (manganeso, zinc, cobalto) y derivados del yodo.
Vitaminas. Las vitaminas E, A (retinol) B y C tienen propiedades anticelulíticas.
Lipolíticos. Tienen un efecto lipolítico sobre el tejido graso e incluyen la cafeína, la pentoxifilina y la aminofilina. No deben usarse en el embarazo y la lactancia. También cabe destacar la L-carnitina, que es un aminoácido que interviene en el transporte de grasa al interior de la célula.
Rubefacientes. Actúan activando la circulación periférica. Producen aumento de temperatura en la zona tratada. Se encuentran en este grupo el nicotinato de metilo, el mentol, el alcanfor y algunos aceites esenciales.
Plantas. Muchas contienen principios venotónicos (centella asiática, Ginkgo biloba, castaño de Indias, rusco, ciprés y naranja amarga) y antiedematosos (centella asiática, hiedra, pilosella o algas marinas como Fucus vesiculosus o Palmaria palmata).
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