Sábado, 20 de Abril, 2024
¡No dejes pasar esta oportunidad y adquiere equipos seminuevos, funcionales y en perfecto estado! ...
Envejecer es una parte natural del ciclo de la vida. Sin embargo, todos queremos vernos y sentirnos ...
Cada tema tratado en el libro posee una descripción muy detallada del abordaje cosmiátrico, los pr...
A muchos nos preocupa cómo va a afectar el paso del tiempo a nuestra piel. Los signos del envejecimiento, fruto de los cambios hormonales, son especialmente visibles en este órgano. Sobre todo, en la piel de nuestro rostro, que es la imagen que proyectamos hacia los demás y que mejor nos define físicamente, como percepción de nosotras mismas.
No podemos evitar el envejecimiento, pero sí minimizarlo y retrasar el proceso de deterioro
Desde que empiezan los primeros síntomas de la menopausia hasta que finaliza la posmenopausia, la reducción paulatina de estrógenos y colágeno tiene un impacto directo en la piel, provocando su envejecimiento progresivo. La acción de estas hormonas aumenta el grosor de la piel y mantienen su elasticidad y humedad, y cuando dejan de funcionar comienzan los efectos negativos para nuestra piel. Aunque la genética juega un papel importante para mantenerse más joven durante más tiempo, las consecuencias son inevitables. ¿Qué le ocurre a la piel en ese periodo?
Efectos negativos en la piel de la menopausia
· Piel deshidratada: La piel pierde elasticidad y se aprecia seca y con aspecto rugoso.
· Arrugas más profundas y numerosas: las fibras de elastina y colágeno se degradan y la piel se descuelga, generando mayor flacidez y la aparición de arrugas.
· Mayor fragilidad: La piel adelgaza y, al perder elasticidad, se lesiona más fácilmente.
· La piel pierde humedad, elasticidad y grosor
· Tono desigual: La piel pierde luminosidad y frescura y el tono deja de ser uniforme, al aumentar la transparencia de la piel.
· Más dificultad para cicatrizar.
· Manchas oscuras pigmentadas que se acentúan en las zonas expuestas al sol.
No podemos evitar este deterioro, pero sí minimizarlo y retrasar el proceso de envejecimiento. Te damos una serie de trucos para que tu piel se mantenga joven durante más tiempo.
Consejos para mantener la piel a partir de la menopausia
Hidrata por fuera: Es fundamental utilizar cremas en la cara y el cuerpo que nos ayuden a restablecer la humedad perdida. Muchas marcas ya hacen fórmulas diseñadas para las características propias de la piel madura. Inclúyelo en tu rutina diaria.
Bebe dos litros de agua al día: Hidrata la piel también por dentro.
Ponte protección solar a diario: En esta época el sol es importante para nuestro cuerpo porque nos ayuda a sintetizar la vitamina D y fijar el calcio en nuestros huesos. Pero igual que el médico te recomienda unos 15 minutos de luz solar al día, evitando las horas de mayor exposición a los rayos ultravioletas (de 12 de la mañana a 4 de la tarde), tienes que utilizar siempre una protección solar adecuada a tu tipo de piel. Aunque esté nublado, las radiaciones solares dañan nuestra piel mucho más de lo que parece.
Olvídate de las toxinas: Malos hábitos como el tabaco y el alcohol contribuyen a acelerar el envejecimiento de la piel. Evítalos.
Haz ejercicio: La actividad física mantiene nuestro cuerpo oxigenado, mejora nuestra circulación sanguínea y limpia los poros. Además, te ayudará a contrarrestar los efectos de la temida osteoporosis.
Come alimentos ricos en vitaminas A (antioxidante), C (sintetiza el colágeno) y E (combate los radicales libres). Estas vitaminas están presentes en frutas, frutos secos y verduras, entre otras fuentes.
No te vayas a la cama sin desmaquillarte: Durante las horas de sueño, nuestra piel aprovecha para regenerarse y oxigenarse. Por eso es importante que cumplas los tres pasos: Limpieza, tonificación y nutrición.
Presta más atención a tu higiene personal: Asegúrate que los jabones que utilizas tengan un ph neutro para evitar alergias y sequedad.
0 Comentarios