Sábado, 20 de Abril, 2024
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La piel es el órgano más grande del cuerpo y la barrera que nos protege frente a las agresiones externas. Por eso es tan importante mantenerla sana y en buen estado con los tratamientos y cuidados adecuados.
Una de las afecciones más comunes que sufrimos es la de piel seca. Por tanto, vamos a conocer de qué se trata, cuáles son sus síntomas y características y cómo tratarla.
¿Qué es la sequedad de la piel? Por definición, la piel seca se produce cuando no tiene el nivel adecuado de agua y lípidos (elementos grasos) para mantenerse hidratada. Las glándulas sebáceas no segregan la cantidad de sebo necesaria para proteger la epidermis y evitar que pierda agua.
¿Cuáles son los síntomas y características de la piel seca?
• Piel rígida, con falta de elasticidad y sensación de tirantez.
• Descamación. La piel del cuerpo y de la cara presenta escamas.
• Piel áspera y rugosa, con líneas marcadas más o menos profundas. En casos extremos, grietas que sangran ligeramente.
• Piel irritada y que provoca picor.
• Piel enrojecida.
Sentir la piel rígida, con falta de elasticidad. Picores, escamación y rugosidad son los síntomas más claros de la piel seca. Esto se nota especialmente después de la ducha o baño.
La Xerosis, procedente del término griego Xero, es la acepción médica para denominar a la piel seca. Por contraste con la piel grasa, la seca suele ser más fina y mate, los poros están más cerrados y suele ser más sensible.
La brotes de dermatitis atópica están en muchos casos relacionados con una piel seca y muy seca. Y también la psoriasis. Suelen tener un origen genético y requieren de la consulta de un especialista en dermatología para su correcto tratamiento.
Las zonas del cuerpo más propensas a padecer piel seca y deshidratada son las manos, codos y rodillas. Pero no son las únicas. La piel seca en la cara se manifiesta en las mejillas, alrededor de los ojos y de los labios, sobre todo, e incluso pueden aparecer escamas.
Las rodillas, codos y espinillas de las piernas, las zonas más propensas a presentar piel seca
También es muy habitual la piel seca en las piernas, sobre todo en las espinillas, donde existen menos glándulas sebáceas que protejan y eviten la pérdida de agua de la piel. También la espalda sufre de piel seca. En gran parte porque es una zona de difícil acceso para poderla hidratar con una crema adecuada de forma diaria.
Causas de la piel seca
La piel seca se produce tanto por factores endógenos (internos) como externos (exógenos).
De modo que el mal funcionamiento de la barrera natural que protege la piel y retiene la humedad para mantenerla hidratada es lo que produce la piel seca. Si este problema se agudiza y el nivel de humedad sigue afectando a capas más profundas de la piel, la piel seca se convierte en muy seca.
Los factores externos que pueden causar piel seca son muy diversos, como:
• Condiciones medioambientales adversas, como demasiado, frío, calor, uso excesivo de la calefacción y aire acondicionado lo que provoca un ambiente seco y con poca humedad.
En invierno la piel seca empeora
También, los cambios estacionales afectan en ocasiones de manera negativa a la piel.
Incluso viajar en avión resulta contraproducente para la piel seca, debido a la sequedad ambiental, en la que la humedad se reduce al 8%, cuando bajar del 20% ya le puede afectar de forma negativa.
Entre estos factores ambientales, el sol es quizá uno de los más agresivos para el buen estado de la piel. Una excesiva exposición al astro rey provoca daños y sequedad en la piel. Para evitarlo, utiliza cremas solares con factor de protección 50 y que contengan activos hidratantes, además de estar elaborados sin perfumes o colorantes que irriten la piel.
Factores internos como los genéticos o externos como las condiciones medioambientales pueden ser causantes de una piel seca
Sin embargo, es durante el invierno cuando los problemas de piel seca se agudizan. De hecho, hay personas que sólo sufren de piel seca en invierno, mientras que para otras es un estado permanente.
Excesiva limpieza. No hay belleza sin limpieza, pero esta debe realizarse con los tratamientos y productos adecuados. Los jabones pueden resultar agresivos para la piel si incluyen componentes alcalinos o tensioactivos con propiedades detergentes, espumantes y limpiadoras.. Por supuesto, evita todas las formulaciones con alcohol que resecan la piel.
Medicación. Determinadas medicaciones o tratamientos médicos, como radioterapia o quimioterapia son agresivos para la piel y requieren de un especial cuidado, para evitar sequedad y otros daños.
Entre los factores internos que provocan piel seca tenemos:
Causas genéticas. Las condiciones endógenas que nos llevan a padecer piel seca son de tipo genético, hereditario. La dermatitis atópica, psoriasis, queratosis, etc., generalmente vienen ya implícitas en nuestro ADN.
Hay que tener especial cuidado con los brotes de dermatitis atópica, ya que la sequedad excesiva los provoca y causa enrojecimiento, agrietamiento y picor.
Además, cuando la piel se agrieta, permite la entrada de bacterias y la consiguiente infección. Por eso es tan importante la prevención y acudir enseguida a un especialista.
Edad. Con el paso de los años, nuestro metabolismo se vuelve más lento y la piel pierde elasticidad, capacidad de recuperación, firmeza y densidad, se forman las arrugas y además, retiene peor la humedad, por lo que también se vuelve más seca.
Dieta inadecuada. Seguir una dieta poco saludable, en la que falten líquidos como el agua, frutas y verduras; vitaminas y nutrientes suficientes, también conlleva efectos negativos sobre la piel, que puede resentirse y volverse seca.
Tabaco y alcohol. El humo del tabaco seca la piel, pero además, la nicotina reduce la cantidad de flujo sanguíneo, lo que provoca que esta no reciba nutrientes y oxígeno necesario y acaba deshidratándose.
El tabaco también destruye el nivel de colágeno de la piel, lo que acelera su envejecimiento.
Por su parte, el consumo excesivo de alcohol altera también la irrigación sanguínea causando piel seca y esa deshidratación tan característica que sentimos después de una noche con unas cuantas copas de más.
Cómo hidratar la piel seca:
Seguir determinadas pautas y cuidados nos ayudará a paliar y prevenir esta afección. Estas serían las más adecuadas y básicas:
Hidratar la piel. El mejor remedio para la piel seca es la hidratación. Para ello, es fundamental seguir una rutina diaria en la que uses cremas hidratantes, corporales y faciales, como mínimo una vez al día. Después de la ducha y con la cara limpia.
Hidratar la piel seca a diario
También es recomendable aplicarse la crema corporal con la piel húmeda y secarse sin frotar, más bien de forma suave.
Además, las cremas hidratantes son fundamentales para prevenir la aparición de arrugas causadas por la piel seca, que se acentúa con el paso de los años.
Los ingredientes más adecuados de las mejores cremas para piel seca son:
Ácido hialurónico. fundamental por su elevada capacidad para retener el agua y regenerar la piel.
Aceite de oliva. El mejor antioxidante natural que restaura la función fotoprotectora de la piel. Es emoliente, suavizante, emulsionante y refrescante.
Células madre. Aumentan la síntesis de colágeno, por lo que reduce la escamación de la piel y esta se vuelve más suave y sedosa y también contribuye a la recuperación elástica de la piel.
El ácido hialurónico y el aceite de oliva entre los ingredientes más eficaces de las mejores cremas para hidratar la piel seca
Agua termal. Por sus factores mineralizantes estimula las funciones celulares y consigue un efecto calmante y desensibilizante.
Aceite de almendras dulces. Favorece la regulación de la fase lípidica del manto cutáneo, por su contenido en ácidos grasos insaturados.
Aceite de pepitas de uva. El ácido linoleico que posee dota a la piel de flexibilidad dándole un aspecto más joven.
Colágeno marino. Mejora la elasticidad y aumenta la retención de humedad. Además, disminuye la irritación y el agrietamiento causado por los detergentes.
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