Sábado, 20 de Abril, 2024
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La resolución de problemas es una de las habilidades más esenciales en la vida. Sin importar quién seas o lo que hagas, siempre tendrás obstáculos que enfrentar. La forma en que haces frente a estos desafíos será, muchas veces, un factor determinante en el éxito que tengas en la vida. Puesto que los problemas se presentan de muchas formas y tamaños diferentes, este artículo te dará algunas herramientas que te ayudarán a encontrar soluciones.
Hay muchas formas de resolver problemas; la determinación del mejor enfoque dependerá de tu situación, tu experiencia, tu conocimiento, tu actitud y tu problema.
•Tu situación puede ser que tienes un problema a largo plazo que requerirá de tiempo para resolver, como un conflicto legal o un asunto personal. Tu situación puede ejercer presión, pero puede no ser inmediata; tal puede ser el caso de resolver un problema en el trabajo, o ayudar a tu hijo a obtener una mejor calificación en el examen de la próxima semana. En extremo, tu situación puede ser terrible, como descubrir que tu avión monomotor se ha quedado sin gasolina y necesitas una solución inmediata.
•Tu experiencia entra en juego para todo lo anterior.
•Si eres abogado o asesor, sabrás cómo dirigir cuestiones jurídicas y asuntos personales a través del entrenamiento y la experiencia, y sabrás cuáles son los mejores enfoques para resolver esos problemas.
•Si eres educador, o incluso padre de un hijo mayor, ya has experimentado las dificultades de tomar exámenes, y tendrás las habilidades necesarias para ayudar a tu hijo a tener éxito.
•Si estás en serios problemas, probablemente confiarás en tu instinto para solucionar el problema. Como piloto, te has entrenado para saber cómo reaccionar en caso de emergencia.
Divídelo y supéralo
Usa la lógica para llegar a una conclusión. Para resolver prácticamente cualquier problema, puedes usar un proceso de eliminación, dividiendo el asunto hasta que lo único que quede sea el problema. Hay cuatro pasos básicos para llevar a cabo este proceso:
• 1. Define el problema
• 2. Desarrolla un plan
• 3. Lleva a cabo el plan
• 4. Evalúa los resultados
•Hasta que no hay una respuesta aceptable, debes repetir del paso 2 al 4, hasta que hayas encontrado la respuesta. Usaremos un problema común para ejemplificar esta situación hipotética.
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Define el problema. Tu auto no arranca, no hay nadie cerca, y la mecánica automotriz es un completo misterio para ti. Es un auto completamente nuevo, por lo que no estás familiarizado con él. Además, vas a llegar tarde al trabajo si no logras hacer que el auto arranque, por lo que depende de ti averiguar cuál es el problema. Hay muchos asuntos con los que tienes que lidiar, pero solo hay un problema: tu auto no arranca.
•Cuando definas el problema, no tengas en cuenta los asuntos ajenos, solo el problema real. Puedes considerar los otros asuntos más adelante.
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Ten un plan. Es importante desarrollarlo para resolver cualquier problema, y es la clave para mantener el proceso en marcha y encontrar la solución en el menor tiempo posible. Para nuestro ejemplo, el plan es sencillo, aunque tal vez no sea simple, ya que un auto es una máquina bastante compleja. El plan será romper el problema en pequeños problemitas que sean más fáciles de resolver, hasta que nos quedemos con la causa real del problema.
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Lleva a cabo el plan. Vamos a empezar con grandes preguntas obvias, con sí o no como respuesta. Saber cuál no es el problema, es tan importante como saber cuál es el problema.
• ¿El motor gira cuando tratas de arrancarlo? Si es así, entonces la batería no es el problema, y con esto has eliminado una posibilidad importante. Si no gira, entonces sabemos que el problema probablemente es eléctrico. Para este ejemplo, vamos a decir que no giró.
•Ahora sabemos que el problema probablemente se encuentra en algún lugar del sistema eléctrico, ya sea en el motor de arranque, en la batería o es algún otro problema eléctrico.
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Evalúa los resultados. ¿Qué descubriste con la primera prueba? ¿Giró un par de veces, y luego redujo la velocidad y se detuvo? ¿Solo hizo un clic? Si fue así, el problema sería probablemente que la batería está muerta. Sin embargo, para este ejemplo, lo que sucedió fue que ni el motor de arranque ni el motor emitieron ningún sonido en absoluto, y el auto ni siquiera intentó arrancar. Esto podría significar que la batería está totalmente muerta, excepto que, al girar la llave, todas las luces del tablero y el radio se encendieron, como siempre.
•Ahora sabemos que la batería parece estar bien, pero hay algo que sigue impidiendo que el auto arranque. Así que sabemos que el problema es que la electricidad no está llegando al motor de arranque cuando se gira la llave. Sin embargo, saber eso no te ayudará a llegar al trabajo, por lo que debes empezar de nuevo desde el paso 2.
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Desarrolla el plan siguiente. Si supieras algo de mecánica automotriz, podrías mirar debajo del capó para ver si todas las partes están allí. Sin embargo, para este ejemplo, no sabrías la diferencia entre un empaque para válvula y una bi-válvula. Aun así, miras; te das cuenta de que el motor está todavía adentro, y no hay nada que sea evidente que falte. Así que tu próximo plan es consultar a un experto, el manual de usuario.
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Lleva a cabo el plan. Ya que has reducido el problema lo suficiente como para saber que no es que la batería esté muerta o que le falte gasolina, buscas en el manual en la sección donde está realmente el problema: en el arranque del auto.
•Observas un gran icono de alerta con un texto que dice: "Por razones de seguridad, debe pisar el pedal del freno para arrancar el vehículo”.
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Evalúa los resultados con base en este nuevo descubrimiento. ¿Pisaste el pedal del freno cuando intentaste por primera vez arrancar el auto? Si lo hiciste, entonces ese no es el problema. Sin embargo, para que este largo ejemplo no se vuelva tedioso, digamos que no pisaste el pedal del freno.
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Desarrolla el plan siguiente. Cada vez es más fácil ¿no? Tu próximo plan es intentar arrancar el auto pisando el pedal del freno.
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Lleva a cabo el plan. Trata de arrancar el auto con el freno puesto.
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Evalúa los resultados. ¿Arrancó? ¡Sí! El problema está resulto, y vas de camino al trabajo.
•Si no hubiera arrancado, este podría ser el punto en el que llamas a un experto real, tu mecánico. Sin embargo, gracias a tus intentos metódicos y diligentes de resolver el problema, podrás darle una idea muy buena de lo que podría estar mal, lo que reducirá el tiempo que le llevará descubrir lo que está mal, y por ende, reducirás tu factura.
Lluvia de ideas
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Habla con la gente. Si tu problema no es inmediato, y tienes tiempo para reunir a personas que tengan las habilidades o la experiencia relacionadas con tu problema, toma ventaja de tener amigos tan inteligentes. Digamos que quieres empezar un negocio, pero no sabes cómo proceder.
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Reúne a tu gente en torno a la mesa. Si estás en un entorno de trabajo, convócalos a una reunión. Si es más informal y vas a llamar a amigos, invítalos a una reunión social de trabajo.
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Define el problema. Sí, al igual que anteriormente, no puedes resolver un problema a menos que primero lo definas.
•El problema es que quieres empezar un negocio, pero no tienes el conocimiento necesario para hacerlo con éxito.
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Haz un plan. Habla con tu equipo; haz una lluvia de ideas, es decir, escucha sus ideas, discútelas, y úsalas como base. Pon tus ideas sobre la mesa y deja que la gente las discuta también. Muchas veces, te darás cuenta de que todo el mundo tendrá pequeñas ideas, pero al juntarlas se crea un plan mucho más sólido para continuar.
•El plan de nuestro ejemplo será para que desarrolles la descripción general del plan de negocios. Esto te dará pasos concretos a seguir que te permitirán definir el negocio y sus objetivos, analizar la competencia, evaluar el mercado y tener una visión clara de lo que quieres lograr.
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Lleva a cabo el plan. Construye el plan de negocios desde la base. Llevará un tiempo y pondrá a prueba los límites de tu conocimiento, pero te impulsará por el camino que te llevará a tener una empresa exitosa.
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Evalúa los resultados. Una vez que hayas creado tu plan de negocios, reúne de nuevo a tu equipo, y discute lo que has descubierto. De nuevo, haz una lluvia de ideas, escuchando e implementando lo que funciona, y desechando lo que no.
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Repite hasta que hayas ajustado tu plan y ya estés listo para comenzar el negocio. Ese problema se ha resuelto, pero ¡habrá muchos más por venir!
Investiga
1
Hay muchos enfoques para resolver un problema. Tal vez, uno de los enfoques más importantes para resolver cualquier problema es la investigación. Ya sea leer el manual para saber por qué el auto no arranca, o estudiar detenidamente interminables tomos legales sobre la historia y los precedentes del caso para encontrar el mejor método para esa demanda civil, la investigación puede jugar un papel vital en la resolución de problemas.
Diligencia
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Por último, tal vez el mejor enfoque de todos es incorporar todos los enfoques que ya conoces, y no rendirte hasta que el problema esté resuelto. Hay una solución para cada problema, incluso si esa solución es difícil de aceptar. Como dice frecuentemente el I Ching: "la perseverancia trae ventura".
2
¡Buena suerte!
Consejos
•Si empiezas a sentirte abrumado o frustrado, tomar un respiro. Comprende que todo problema tiene una solución, pero a veces estamos tan envueltos en él, que no podemos ver nada más que el problema.
•Si sientes que no puedes hacer nada, deja de pensar en lo que no puedes hacer y empieza a pensar en lo que sí puedes hacer. Incluso si es algo pequeño o parece insignificante, ese pasito podría dar lugar a otro más grande.
•La clave es la actitud. Cuantos más problemas resuelvas, mayor será tu experiencia para resolver problemas. Podrás aplicar una solución de un área a otra, solo adquiriendo experiencia. Ábrete a nuevos problemas.
•Sé valiente.
•Considera los libros sobre resolución de problemas relacionados específicamente con tu problema. El libro de Polya "How to Solve It" ("Cómo plantear y resolver problemas"), es un ejemplo de un libro excelente para resolver problemas generales.
•Ten en cuenta el papel que los demás pueden jugar en la resolución de problemas. El trabajo en equipo a menudo juega un papel vital en estos temas. La amenaza de la tensión personal en tales situaciones simplemente enfatiza la importancia de promover la claridad y la lógica dentro del grupo.
•Albert Einstein dijo la famosa frase "Es imposible resolver un problema con la misma mente que fue la que lo creó". Cuando identificas un problema, puedes estar preocupado o decepcionado de que el problema exista. La reacción emocional inicial es normal, pero la forma en que la expresas es muy importante. Enojarte con los demás suele ponerlos en una posición defensiva o evasiva, lo que será mucho menos útil para la resolución colaborativa de problemas. Tómate un momento para dejar que las emociones iniciales se calmen; entonces, estarás en mejores condiciones para evaluar y decidir la forma de proceder de forma productiva. Trata de mantener la calma y sé sensato al afrontar un problema; básicamente, la solución radica en este enfoque.
Advertencias
•Por supuesto, el sentido común es vital para resolver cualquier problema. No sigas cualquier procedimiento que pueda ponerte en peligro, a menos que los riesgos sean inevitables.
•No te alejes de tus problemas. Tarde o temprano, volverán y serán más difíciles de resolver. El sentido común puede ayudar a reducir el tamaño del problema.
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